Con suerte, en esta guerra
habré llegado
a todas las metas
que mi esfuerzo me ha proporcionado.
Cuando sola y de mí misma
lo mejor he entregado.
Estoy en ese momento,
la cima: la estoy tocando.
Ahora soy libre y en mi victoria
me estoy bañando.
Estoy feliz mas no miento
si confieso
que tú ya no estás
que ya más
en mi espuma victoriosa no te vas a bañar.
Y me doy cuenta de que más que la victoria
tu palabra voy a extrañar
cuando tu voz como en la anterior batalla
no me grite ni susurre: lo puedes lograr.
Es una gran victoria
y me entristece no poderte hallar
para compartir contigo mis alegrías y mis penas. No. Ya
no estás.