Y ella comenzó a escribirle.
Precisamente porque ya no tenía nada que decirle.
Precisamente porque ya no tenía nada que decirle.
“ Querido, aunque desconocido:
Hoy te mostraré todo aquello por lo que nunca luchaste:
Este es el momento que tanto quise compartir contigo.
Este es el espacio que tanto quise entregarte.
Este es el recuerdo que tanto quise haber vivido.
Este es el segundo que tanto quise amarte.
Este es el lugar donde tanto quise besarte.
Esta es la parte que quise mostrarte.
Esta es la chica a la que perdiste.
Esta es la mirada con la que quise enamorarte.
Esta es la belleza del amor nunca consumado.
Esta es la poesía que jamás leíste.
Esto es el amor que quise darte.
Esto es pura pasión que no observaste.
Esto es el futuro que no alcanzaste.
Esto es la soledad que te deparaste.
Esto es el amor que pude darte.”