Se oye un grito a lo lejos.
Se oye un portazo.
Una mirada esquiva
evidencia lo atropellado.
Un cuerpo, abandonado
permanece en la acera
esperando a la muerte
con su mano, con una botella.
¡Oh! Atropellado
el riñón permanece.
Ha muerto lentamente.
Y el cuerpo allí.
Permanece, permanece inerte.