"Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
Trís, trás.
No tenía frío.
No sentía la helada.
Tú no estabas conmigo.
Yo sólo te esperaba.