Ha llegado el momento.
Me noto preparada para caminar de nuevo.
Por otros lugares, por otros tiempos…
Y pensé que debíamos cerrar el sendero.
Me equivoqué, lo siento.
Soy libre, no te pertenezco.
Nunca lo hice y no quiero hacerlo.
Soy feliz, no te miento.
Engañarte no pretendo.
Me conoces como para saber que es verdadero;
Que me lo paso bien y me divierto
Que me hacen reír, que tengo mis propios sueños.
Pensé que decir adiós sería bueno
Y luego me acordé, sí, luego
De que no fuimos antes capaces de mirarnos y vernos.
De sonreírnos con el corazón pleno
Y desearnos lo mejor duradero.
Sé que hay decisiones que me alejarán desde dentro
para siempre de un posible reencuentro.
Sé que siempre quedarán perdones de por medio.
Que fuimos felices y nos quisimos de veces cientos.
Quise verte para ver si te haría daño, para ver si podría hacerlo
Pero no tengo que perdirte permiso, no, no tengo.
Y me dolería hacerte daño porque te respeto.
Te respeto y como siempre algo te quiero
Pero te voy a seguir queriendo
Mas tú ya no eres tú, el momento no es el nuestro
Mi cariño ha cambiado, se ha convertido en cariño, en eso.
Al que igual que también aprecio
A Las personas que han permanecido allí, así, con todo ello.
Fue muy bonito, quién sabe si fue eterno.
No sé lo que sientes, ahora mismo no me preocupa aquello.
Espero
Haber hecho y dicho lo correcto
Ambos sabemos,
O eso creo,
Que cada cual ya tiene su sueño.
Y con el tiempo,
Quizá entonces vea la necesidad que vi ayer en un determinado momento...
Entonces párame, no merezco
Todo ese castigo eterno.