"Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento."

Rubén Darío.

viernes, 12 de agosto de 2011

Agua dulce, agua salada...


Escucha lo que te digo:
No temas por el que consideras tu “enemigo”
Porque no lo hay mayor que uno mismo.

Y al fin y al cabo, el agua se reduce a ríos:
Tenemos el Tajo, el Ebro, el Jarama, el Guadiana
… de los demás siempre me olvido.

Y los ríos acaban en mares y océanos como el Pacífico.
La esencia que todos comparten es: el agua dulce o salada.
Por tanto, no has de temer por una charca.
En aguas más violentas, en otras aguas me bañaba
Y nunca, nunca, me acababa pasando nada.
Aprendí a esquivar corrientes, a salir de donde no hicera pie
Y a mirar el mundo, desde abajo: al revés.

Tal vez,
Haya otras palabras que no sepan tanto a miel.

Tal vez,
No me hagas caso. No lo sé.
No tengas enemigos
Porque nada tienes que antes no hubieras tenido.

O tal vez
Los tengas
pero nunca hayan oído hablar de tu existencia
y me vean,
tan sólo, como una niña pequeña o una princesa
que de vez en cuando, con ellos habla y de ellos se aleja.