Y yo me pregunto
si sólo es que estoy agobiada,
si es el mundo el que me aprisiona. Si es el tráfico por las mañanas,
las mil y una perdidas llamadas,
el saber que el menos de un mes
estaremos de exámenes...
si es el paso de los años,
si es que hoy ha estado
el cielo claro y ayer nublado...
si es que estoy sensible u ovulando..
Si es que escribo o estoy soñando.
Pero no. cuando nos quedamos
a solas sin teléfonos, sin tareas,
sin la cabeza al sumo llena,
sin pensar en mañana...
cuando nos quedamos ella y
yo nos desnudamos.
No me preguntes cómo pero entonces tras la cortina de proyectos, agobios, sueños
incluso universo.
No sé por qué pero te sigo echando de menos
y me muero,
si tú te estás muriendo.
Mientras tanto lucho.
Sigo como siempre: feliz, sincera, constante, coherente...
feliz intentando que si mi corazón
grita mi mente
siga en trabajos
creyéndose dueña
y siendo ausente.
Escribo por las noches, cuando duerme.
Y mi corazón le pide al tuyo que calme
sus preocupaciones por ti. Que responda al qué tal.
Que él intente ser consciente
de que no le deseo mal.