"Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
Me enamoré.
Me enamoré de Neruda.
Me enamoré de Rubén.
Me enamoré de Miguel
y de Espronceda también.
Me enaamoré de él
de su voz tenue y ruda,
al recitarlos ayer.