"Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento."

Rubén Darío.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Amor mío.

Cada vez que tu figura se refleja en mi cintura lisa,
Volvemos sin ser del todo conscientes al inevitable punto de partida:
Donde errores y recuerdos bellos
Cuentan en igual medida.
Y casi siempre ganan los recuerdos
No sé si por bellos o por cuantía.

Nos miramos entonces
Como lo hicimos antes: de rodillas.
Dejando a un lado estrellas y soles
Para centrarnos en el presente que el pasado invalida.

Y nos miramos para después vernos,
Nos imaginamos ya en un cielo de besos
Del que volvemos a creer: no caeremos.
“Seremos felices allí, será eterno”.

Así, el cuento,
Se repite sin conocer la despedida
De nuestros ausentes cuerpos,
De nuestras interminables almas unidas.