No sé en qué momento,
dejamos de querernos.
No sé si pasó aquel invierno,
aquello,
que poco a poco, nos destrozó por dentro.
Sé o eso creo, quienes fuimos.
Que en algún momento nos quisimos,
o no, cual racimos
sobre el poniente nos pudrimos.
No sé si en el fondo: somos los mismos
o si hemos cambiado
tanto…
Que no somos quienes fuimos.
No sé quién soy ahora para ti
Ni tan siquiera recuerdo quién fui.
Pero,
a veces cuando leo
especialmente a Quevedo,
te encuentro
en sus personajes, en su Pablos sin remedio,
Como su Buscón hambriento
Y es entonces, cuando pienso…
¿Y si fue amor o sólo besos?