Me siento contigo, pero sola.
Recuerdo aquellas olas
donde el mundo existía más allá.
Donde a través de la ventana,
veía el tiempo pasar.
Ya no hay candado ni ciudad
que guarde en sus compuertas
el dulce sabor del mar.
La brisa y la marea,
se alejan
dejando a la luna marchar
para buscar otras estrellas
allí, en la inmensidad.
Ya no hay duendes,
palacios ni fronteras
que nos puedan parar;
viento, con viento ejerce
el poderío de escapar.
Viento es sentirse libre
bajo la ardua condena
del alma en pena,
sollozando la partida
de su amada y del mar.
Recuerdo aquellas olas
donde el mundo existía más allá.
Donde a través de la ventana,
veía el tiempo pasar.
Ya no hay candado ni ciudad
que guarde en sus compuertas
el dulce sabor del mar.
La brisa y la marea,
se alejan
dejando a la luna marchar
para buscar otras estrellas
allí, en la inmensidad.
Ya no hay duendes,
palacios ni fronteras
que nos puedan parar;
viento, con viento ejerce
el poderío de escapar.
Viento es sentirse libre
bajo la ardua condena
del alma en pena,
sollozando la partida
de su amada y del mar.