Sola.

Me siento contigo, pero sola.

Recuerdo aquellas olas

donde el mundo existía más allá.

Donde a través de la ventana,

veía el tiempo pasar.






Ya no hay candado ni ciudad

que guarde en sus compuertas

el dulce sabor del mar.

La brisa y la marea,

se alejan

dejando a la luna marchar

para buscar otras estrellas

allí, en la inmensidad.






Ya no hay duendes,

palacios ni fronteras

que nos puedan parar;

viento, con viento ejerce

el poderío de escapar.

Viento es sentirse libre

bajo la ardua condena

del alma en pena,

sollozando la partida

                              de su amada y del mar.                             

Sola.

Margarita Rain.

Estimados lectores:

El día menos pensado, acudí a un papel y comencé a llenarlo de palabras. 

Desde entonces he llenado muchos papeles, no siento orgullo ni desamparo. Si los juzgara probablemente no me hubiese atrevido a publicarlo, igualmente mi intención es escribir, escribir sin un por qué y con los por qués ocultos de la inconsciencia.

Las palabras me condenan y me salvan.

Espero que os agraden mis escritos, que nadie se sienta ofendido ni dañado y que seáis lectores, conscientes de que mis palabras son eso: palabras. No pretenden dañar ni juzgar, ni siquiera identificar porque aunque en ocasiones lo parezca, no es la realidad la que sale de mi letra sino pura fantasía.

El nombre de Margarita es un seudónimo, cuya explicación está todavía lejana de ser atraída. Hoy es un día importante, en lo que a mi vida personal se refiere y me ha parecido un buen momento para recuperar mis escritos y escribir de nuevo.

Posdata: Intentaré ser constante en mis publicaciones y mantener, una cierta regularidad.