"Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento."

Rubén Darío.

domingo, 26 de enero de 2014

A lo lejos, una canción de La Oreja de Van Gogh

Espero que esto no me quite mucho tiempo.
He de confirmarte todo lo que te imaginas. Te echo mucho de menos, de una forma inexplicable sigo pensando en ti cada día. Bastante menos de lo que debiera y más de lo que me gustaría.
Eras el hombre perfecto para mí, ambos somos conscientes de ello. Ahora, a ratos, busco tus fotos, veo nuestros vídeos y tengo una mezcla de risa y llanto que me invade de golpe. Todos los ratos sensibles, pronuncio tu nombre. A pesar de ello, soy feliz. Soy muy feliz. Pararé de repetirlo porque si no parecerá que lo ironizo y créeme que no es así. He encontrado a alguien con quien comparto mi vida y soy feliz. Feliz porque me siento más libre que nunca y por haber recuperado todo aquello que sentí perder contigo. A veces pienso que contigo se fue una parte de mí y que, en ese transcurso, volvió a mí la parte que se había marchado contigo.
Cuando paso por lugares donde siento que pueda encontrarte, acaban temblándome las piernas y de veras he de decirte que no extraño tu cuerpo, ni tus besos… Nada físico. Echo de menos tus abrazos, nuestras tardes en el parque, las palabras bonitas, aquellos días que te empeñabas en ayudarme con inglés, el hablar sin parar, tu risa, tu abrazarme por la espalda, el quedarme dormida entre tus brazos, pasear sin rumbo fijo, descolgar el teléfono y escuchar tu voz, tus palabras de madrugada…
En ocasiones, cierro los ojos e imagino parte de lo que vivimos, hasta creo que estás a mi lado. Es como si hubieras muerto y ahora más que nunca necesitara tu apoyo para llorarte. No sé por qué nos desenamoramos, me agobié, me perdí… Busco mil y un porqués que nunca  podría llegar a darte por no comprenderlos ni yo misma.
Echo de menos tus detalles, bajar al portal y verte. Lo que no tengo claro, cada día dudo más al respecto, es que eche de menos tu persona como el contar contigo; me refiero, echo de menos dar vueltas contigo porque era contigo con quien daba las vueltas cuando éramos amigos, porque de hecho, dudo haber encontrado un buen y cercano amigo como tú aunque tampoco estabas tanto como amigo. Es un constante vivir sin ti.
Supongo que todo ha cambiado, es más, puedo afirmar que lo sé. Mi vida entera no es la misma, ni mis ilusiones, ni mis nervios, ni mis alegrías…
Cada día estoy más convencida de que ya no te echo de menos a ti si no a la función que tú desempeñabas en mi vida: la constante compañía, el apoyo incondicional, el cariño sin límites, los sueños a medias, planes hasta la tumba… Eras el hombre perfecto. Me entristece mucho por ello haber encontrado la relación que necesitaba con alguien que no seas tú pero a la vez me siento afortunada de no cargar a tus espaldas mis nervios, mis neuras, mis sueños… Y pienso que todo te irá bien, que tienes un perro de foto de perfil y aunque me muera de ganas de salir a las nueve de mi casa e ir hasta el parque como años atrás, sé que tú ya no eres tú.


Te juro que a nadie le he vuelto a decir que tenemos el récord del mundo en querernos” LODVG